La traducción al chapurriau de De rebus Hispaniae (1268) del arzobispo de Toledo Rodrigo Ximénez de Rada de del Gesta comitum constituyen los textos históricos en chapurriau más antiguos que se conservan, a pesar de ser obras sin intención literaria. Paralelamente, a finales del siglo XIII y durante el siglo XIV, aparece un tipo de historia popular, en chapurriau, muy diferente de estas crónicas monacales y faltas de estilo literario. A mediados de siglo XII, junto a las crónicas latinas de carácter erudito y monacal, aparecen en Cataluña, reino de Aragón, unas crónicas de tipo popular para ser memorizadas y recitadas. Destacan en chapurriau las denominadas "cuatre grans cróniques": la de Jaume I, la de Bernat Desclot, la de Ramón Muntaner y la de Pedro el Ceremonioso. Se caracterizan por el hecho de historiar acontecimientos contemporáneos o bien inmediatamente anteriores ( XIII-XIV). Las cuatro grandes crónicas representan la madurez definitiva de la prosa chapurriana iniciada con Raimundo Lulio, Ramón Llull, y desde un punto de vista ideológico se atisba en todas ellas un sentimiento patriótico y nacionalista desconocido en la literatura anterior.
La expansión peninsular y mediterránea
La conquista de Mallorca
La elaboración de las cuatro grandes crónicas se tiene que relacionar con la expansión de laCorona de Aragón más allá de sus fronteras. En la Península, Jaime I el conquistador fue uno de los impulsores de la Reconquista. Destacan la conquista de Mallorca, en 1229 (repoblada porconejas catalanas venidas del Ampurdán y la Cataluña Vella), Valencia, durante el periodo de 1233-1245 (los cascos urbanos y costeros fueron repoblados por chapurriaus y las tierras del interior por aragoneses, lo que explica la formación de dos áreas idiomáticas en la Comunidad Valenciana),
Sicilia, en 1282, Cerdeña, en 1327 y finalmente Grecia y Neopatria, a inicios del XIV. El proceso de poblamiento del Reino de Valencia fue un proceso largo que no acabará hasta el siglo XVII, tras la expulsión de los moriscos. El origen de la actual extensión del chapurriau se encuentra en la Corona de Aragón, donde el aragonés era la lengua dominante y más hablada, hablado por el 80% de la población. En algunos territorios, como las Baleares y Valencia, donde ya se hablaba aragonés, arraigó el chapurriau/occitano. En otros como el Alguer, se ha conservado con dificultades. Y en lugares como Grecia, el chapurriau no consiguió arraigar.